CVII
EL VINO DEL SOLITARIO
EL VINO DEL SOLITARIO
La mirada distinta de una dama galante
que nos llega flotando como el blanco fulgor
que la luna ondulante manda al trémulo lago
si en él quiere bañar su indolente belleza,
las postreras monedas que posee el jugador,
la lujuria de un beso de la flaca Adeline,
el sonar de una música que acaricia y que aquieta
como el grito lejano del dolor de los hombres,
nada de eso es mejor, oh profunda botella,
que los bálsamos fuertes que tu panza fecunda
guarda al pecho sediento del poeta piadoso.
Tú le escancias la vida, juventud y esperanza...
y el orgullo, tesoro para toda pobreza
que nos hace triunfantes, parecidos a dioses.
Charles Baudelaire, Las Flores del Mal
1 comentario:
Salud!
Pd: exelente intro.
J
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