jueves, 11 de febrero de 2010

Addenda digresiva: el otro monte, el otro video

Una de las disputas más fervorosas que dividen al Río de la Plata es el origen del zorzal Carlitos Gardel. Aunque también dicen por ahí que nació en Francia. Tá, bó, pero hay una persona que necesita de la reivindicación yorugua por haber tenido cuna charrúa deandeveras, a pesar de su nombre y sus vivencias claramente francesas. El conde de Lautremont, el del otro monte. Ése otro monte alusivo desde el cual tal vez Lautremont veía, o más bien imaginaba a Maldoror revolcarse con los cazones rioplatenses. Ese monte que en Montevideo todos llaman Cerro. Entonces.

En Montevideo hay poetas. Y además tienen la posibilidad de ponerle nombres a sus botijas a piacere y sin restricciones. Si no ver los casos de, por ejemplo, Peñarol Uno Nacional Cero González; o el de Anauhiram Quintana. En fin, cuestión que tal vez podrían actualizarse algunos nombres de lugares también. Más precisamente el de la capital cisplatina. Si todo el mundo le dice cerro al monte y Uruguay tiene un balneario que se llama Solymar, la ciudad tranquilamente podría abandonar las referencias del latín y uruguayizarse: Cerrovista, ¿no? Cuestiones de la toponimia o de la nimiedad del topo. Y bué, al conde maldito y surrealista lo rebautizaríamos de Lautrecolline. Y si no le gusta que vuelva del averno y nos lance contra la cúpula del Palacio Salvo y todos contentos y estrellados.


1 comentario:

mm dijo...

parece mentira las cosas que vé, en las calles de montevidé