miércoles, 20 de agosto de 2008

Liniers no inventó nada

Sigue la publicación de reliquias, esta vez un claro antecedente del Mazo de Cartas (que próximamente saldrá del horno. O de la cajita, en fin...). Un texto en el que el plagiador historietista con nombre de virrey y de barrio debe de haberse inspirado. Claro, esto si hubiera tenido acceso al mismo. Tal vez lo soñó.

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De: Bec Sac
Para: Facuya
Enviado: sábado 5 de febrero de 2000, 15:06
Asunto: secreto

Érase una tarde de 1143, en la que un conejo llamado Sepúlveda se encontró con una serpiente autodenominada Roque.

-¡Pero cómo! -exclamó Sepúlveda-, ¿vos no sos mujer?

-Sí, pero soy una serpiente travestida y perseguida por la logia Lautaro -respondió Roque. ¿Querés entablar una relación conmigo y correr libres por la pradera y viajar de luna de miel a la sabana de Tanganika?

-Sí, quiero -aseveró el animalito de largas orejas sin dudarlo un segundo.

Quién lo hubiera pensado, conocer una serpiente travesti y encima con plata. Realmente era su día de suerte.

-¿Qué esperamos? -dijo Roque con una sonrisa de oreja a oreja (él/ella creía ser como Sepúlveda y tener orejas como para sonreír de una a la otra) y agarrados de la mano (¡...!) se internaron en un frondoso monte. Pero a la vuelta de un árbol los esperaba un ser realmente raro.

-Y tú, ¿qué espécimen eres? -preguntó admirado Sepúlveda.

-Soy una logia y mi nombre es Lautaro. Antes que preguntes lo que me imagino, te digo que soy una logia travestida, y vengo en busca de Roque.

Roque bajó los ojos tristes, suspiró un "Adiós, Sepu" al conejo, y se fue junto a la atenta mirada de Lautaro.

El conejo Sepúlveda, un poco acongojado por el frustrado día de suerte, pensó que la pareja que hacían Roque y Lautaro era realmente rara, pero bué. Y también pensó en qué tendría Lautaro que él no tuviera. Por lo pronto, decidió travestirse. La liebre Sepúlveda siguió su búsqueda de un día de suerte por las praderas neerlandesas por el resto de su vida... (Fragmento de "Una triste historia medieval", de autor medieval desconocido).

2 comentarios:

T. dijo...

Groso Becsaqueiro.

Yo pensé que Liniers solo era ese lugar donde se cruzaban todas las autopistas, viste. No se entiende una goma. Claro, los travestis...

Luc Pierrot dijo...

Las... No era que la Berkins te había corregido? Y sí, no se entiende ni jota de jeringoso, todo tan críptico, pero es el alma del Mazo de Cartas, ya sabrás y leerás, ya entenderás incluso jota, incluso betenera, según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas, o desvariadas que es lo que esto es. Esto se multiplica, se hipertextúa, se palimpsestifica y se entiende. O no, y mejor todavía. En fin, qué sé yo.