viernes, 25 de julio de 2008

Naïf 4 / Romanticismo evolucionista: Placodermo

Qué difícil es evitar el melancoholismo romántico y cursi en invierno. Más si se tiene nostalgia de la prehistoria...

Letra de Luc, música de Fede.


Placodermo

Estropeo toda idea de inundar
Mi submundo de ríos de aire
Reconozco en tus párpados el mar
Clausurando una mirada que naufraga
Me calcino si no soplo mi temor
De incubar un sueño en la superficie
Aguantando el peso inverso
De una corriente recitada en verso
¿Tenés ganas de hablar del futuro?
Si el líquido nos rodea
Si el abismo está muy cerca
Esperáme en la playa
No creo que me sumerja

Puede ser
Aún soy un pez...

Mi existencia pende de un instante
Albedrío en una jaula gigante
Que rocía mis huesos descartables
De un destino de monstruo insuperable
¿No te sentís un placodermo?
La ciudad está inmersa,
La lluvia nos clava sus aguijones,
Las aves se posan en los nubarrones,
El agua está en todas partes,
Los versos son trece y el día es martes
Espero poder encontrarte
Porque me ahogo de ilusión
Y sólo me queda inventarte

Puede ser
Aún soy un pez...


Julio 2001

lunes, 21 de julio de 2008

Anales (ejem)

De: Luc Pierrot
A: Irene Sola
Fecha: Martes, Febrero 17, 2004 1:36
Asunto: Anales (ejem)

Atilio Rosetti y Flía.
Resumen de Hipótesis (demostrada de suyo) de Doctorado:

"Se me hace que los ídolos tallados en terracota encontrados debajo de la zona del microcentro citadino o "city" (donde tanto tiempo se hospedó cual feto nuestro querido Beto), cuyos lomos poseen símbolos pintados con una tinta extraña (que en otro apartado traduciremos), son los que confirman que en Beto empezó todo, digamos que fue la cuna del big bang. Los análisis alquímicos y astrolábicos dan cuenta de que esos muñequitos simpáticos fueron hechos antes de que la tierra fuera mundo y de que el espacio fuera ciber. Esto también nos permitiría afirmar (a mí y a mi familia, en cuyo nombre hablo y vivo (en vivo, nada de diferidos ni de pagos extras)) que el agnosticismo existe.

Y no sólo eso, es lo único que existe. Es decir, que los salmos traducidos formarían parte del "libro gordo de Beto", por llamarlo de alguna manera, que es unívoco, ni viejo ni nuevo, y relata la fundación de la existencia, escrita de puño y letra por el propio agnosticismo. O sea, que el agnosticismo es el creador de todo, aun de Beto, es el infinito Uno que rige nuestros hilos desariadnados, nuestras ruedas pinchadas sin fortuna. Y el que diga que el agnosticismo ha perecido, que me lo muestre!!! A ver, que me lleven a su tumba!!! Giles!!! Las conchas de sus hermanas!!!"


Se viene mi entrega de tesina.
Y se viene el Mazo de cartas: como adelanto, un asunto que viene al caso.

martes, 15 de julio de 2008

Naïf 3 / Deconstructivismo destructivista: "Deconstrucción" y "Martillar"


Entre los mitos urbanos bonaéreos existe el del edificio ubicado en Las Heras y Azcuénaga, actual sede de la Facultad de Ingeniería de la UBA. Obra neogótica del arquitecto Arturo Prins, mucho se dijo sobre la interrupción de su construcción en 1938 y el suicidio de su mentor al año siguiente. Desde que no pudieron completarse las torres por falta de dinero, hasta errores de cálculo en la construcción. Y Naïf, claro, le dedicó una canción al susodicho.

Corría el invierno de 2001 y el repertorio crecía a borbotones. Y llegaba a su punto de ebullición volumínica, hablando sonoramente. Pero la música, lejos de ser agua a 100°C, estaba más cerca de la frase de Silvio Astier, acerca de que "la cal hierve cuando se la moja". Ya habían salido del tintero, entre otros, "B.A.reales", tema minimalista barrial de Lean; "Naïf", tema valga-la-redundancia naïf también del bajista; y el instrumental "Armónicos", donde Fede golpeaba su viola con un destornillador hasta hacerla gritar (armónicamente, claro).

En el junio invernal de Colegiales Lean trajo una música y una frase: "Estoy orgulloso de mi catedral". Entre todos los integrantes de la banda terminamos de delinear la letra de "Deconstrucción", dedicada al arquitecto de tan fastuosa mencionada obra, aunque un tanto ecléctica para la ciudad. De cadencia musical clásica, el final se debatía entre lo trágico y lo circense. La modernidad, el orden, el funcionalismo, la planificación, se podían ir al carajo, como el mismo edificio. Tal como lo predicaba el increíblemente profético librito de "Amnesiac" ("The decline and fall of the Roman Empire"), que había salido ese mismo mes. Y como lo harían las Torres Gemelas tres meses después.

En julio Fede trajo su letra "Martillar", a la que Agus le puso música: una intro arpegiada y una batería imaginada (porque todavía no teníamos ejecutor), cuyo extraño ritmo se mantenía hasta el final, hasta la inexistencia, acompañado de una bola de ruido. Este tema podría ser el eslabón de la influencia comunista sobre Naïf: en su letra, el símbolo del martillo parece estar lejos de la pluma radical, y más cerca de un cruce con la hoz. La banda también se tornaba ecléctica.

Deconstrucción

Estoy orgulloso de mi catedral
se eleva al cielo y es toda de cal
pero desde abajo no advierto la señal

Yo quiero ser como Le Corbusier
hacer de mí una gárgola de ayer
dictar los pasos de mi vuelo y no caer

Y no te miento
eran malos cimientos
ladrillos al viento

El suelo está más cerca del cielo
para mí


Martillar

Martillar
martillar
martillar
martillar

Machacar
machacar
machacar
machacar

Que se rompa
que se astille
que se destroce

Que se quiebre
que se deshaga
que se aplaste

Que cruja
que reviente
que explote

Hasta que no exista

miércoles, 9 de julio de 2008

Naïf 2 / Un día peronista


Perón es un cadáver exquisito. Por eso genera tanto revuelo y tantas relamidas cada vez que se habla de él, se lo profana o se lo traslada. O se lo come, claro, porque somos una cultura claramente antropófaga del peronismo, así como lo fueron Oswald de Andrade y sus seguidores del modernismo brasileño.

Este axioma fue el disparador (o tal vez no) para que Lean y Luc escribieran lo que sería el primer tema de Naïf. Consistió en un cadáver exquisito, tanto de letra como de dibujo. Éste último retrataba a los protagonistas del tema en un día de campo y peronista, cuando los dos (el día de campo y el día peronista) se llevaban bien y de la mano. Todo muy risueño. La canción cerraba con una coda tautológica.

Ese 12 de febrero de 2001 fue un día peronista, quién sabe por qué (como todos), pero mereció el título del tema. Adaptamos la letra a la música ya delineada por Lean, bien pero bien tontona en sus estrofas, y rozando el descalabro ruidoso y atonal en el estribillo o estribo pequeño; y terminamos de armar la melodía. Así quedó lo que también sería el primer tema de la trilogía diaria (junto a "Días de sol" y "Día domingo", que también podrían ser considerados peronistas). Luego Agus le agregaría una introducción misteriosa con una melódica y Fede se encargaría de castigar su guitarra en la parte que llora la carencia del hacha favorita, esa que tenía el protagonista de The Wall en la parte izquierda del placard (en "One of my turns"), y que tal vez también había fabricado algún que otro cadáver exquisito. Esa parte marca el tópico de la violencia, de la buena y de la mala, que siempre enconó al peronismo. La moraleja pelotuda podría ser que detrás de cada día de sol, de cada sonrisa (solrisa, sunrise), puede haber un hacha, o tres, a punto de hacer leña del árbol caído.

Un día peronista

Cuando por fin me siento idiota
y todo me resbala
Cuando el cielo inmóvil me mira
y se ve por la ventana
Siento que voy a salir
para ver ese sol
E inundarme con su luz
¡Ay! Sentirme tan cursi

Sin mi hacha fa(p)vorita
Sin mi hacha surrealista
Sin mi hacha peronista

Coda: ¡Tiene coda! ¡Tiene coda!

domingo, 6 de julio de 2008

Reabrió El Mojón Pub


En una fiesta que contó con una nutrida y variada concurrencia, el viernes 4 reabrió sus puertas El Mojón Pub en el barrio del Abasto. La cita fue en Gallo 769, un año y medio después de haber cerrado el local de Uriarte.
Desde temprano se escuchó blues del clásico, Hendrix y Zeppelin. El nuevo espacio es de amplias dimensiones, tiene una pecera donde se puede fumar hasta hacer burbujas de humo, una barra larga como para amurar los codos y, próximamente, escenario para música viva. El bar conserva los mismos colores, lámparas y cuadros de la vieja sede palermitana, pero en breve sumará objetos para combatir el vacío de algunas paredes.
Los testigos de la reinauguración recorrieron las instalaciones, se acomodaron en donde pudieron, pidieron cerveza, fernet (sigue siendo la medida más grande de Buenos Aires) y las hamburguesas completas e interminables de siempre. Fue un auténtico mojón y cuenta nueva. Pero los presentes no pudieron manifestar más apreciaciones que esas, las iniciales, ya que avanzadas las horas entregaron sus cuerpos al elixir del olvido.