jueves, 20 de noviembre de 2008

Secos & Molhados

Un cuerpo felino de cuero repujado y maquillado a lo kabuki se bambolea en el escenario. Desde esa figura estilizada y andrógina brota una voz, no menos ambigua ni menos armónica. Cuerpo y voz son uno o una, según el caso. Y desde un tema beat eléctrico hasta una balada acústica, el lirismo-contorneo de esa voz-cuerpo se fusiona con quien la oye o quien lo ve, en una comunión musical que no necesita decodificación.

Ney Matogrosso, antes de Freddie Mercury, antes de Kiss, pero después de Bowie, del tropicalismo y Os Mutantes, fue el pilar de Secos & Molhados durante los dos años apoteóticos de la banda brasileña formada en 1971 por João Ricardo. En su corta vida, el grupo sacó dos discos, Secos & Molhados, de 1973, y Secos & Molhados II, de 1974, en los que João Ricardo musicalizó varios poemas de autores como Vinícius de Moraes, Fernando Pessoa, Julio Cortázar, Oswald de Andrade, y Matogrosso los recitó melódicamente, con un registro que iba del grave libidinoso hasta el falsete soprano.



Tal vez lo más sorprendente de la banda paulista haya sido su repentina masividad mercantil que la llevó a batir todos los records de ventas con su primer disco. Hasta se cuenta que la discográfica tuvo que retirar del mercado y derretir otros discos de vinilo para reeditar los de Secos & Molhados. La tapa de ese primer disco muestra las cabezas de los integrantes de la banda servidas en bandeja, en clara alusión al movimiento antropofágico modernista y tropicalista de la vanguardia brasileña. Brasil, glam, beat, poesía, dark, música acústica, Ney, trova, hippismo, setentas, antropofagia, dictadura, masividad. Una ecuación incierta.

Chingui chingui con guitarras podridas, una cuerda de violines tapando un sintetizador, composiciones clásicas con piano y guitarra, un acordeón y una flauta traversa, alguna batería, cada tanto un bajo. Los estilos son múltiples y casi no se mezclan, como lo indica el título del último tema, Toada & Rock & Mano & Tango & Etc. Pero siempre por delante, un cuerpo extravagante pone la voz, una voz envolvente pone el cuerpo. Una pluma o una rosa sirven de extensión a ese cuerpo en tránsito, mutante; y esos objetos se inscriben en el cuerpo, como en una gramática perlongheriana.



En esos dos discos, resaltan letras como Rosa de Hiroshima, de Vinícius, con las que la banda sienta su posición política. A través de una estética de cuerpos mutantes y anulados, de floras ajadas y cirróticas, la poesía de Vinícius se dirige al mundo con versos fotográficos, con imágenes apalabradas del horror: Pensem nas crianças mudas, telepáticas / Pensem nas meninas cegas, inexatas / Pensem nas mulheres rotas, alteradas / Pensem nas feridas como rosas cálidas / Mais oh! Não se esqueçam da rosa, da rosa / Da rosa de Hiroshima, a rosa hereditária / A rosa radioativa, estúpida e inválida / A rosa com cirrose a anti-rosa atômica / Sem cor, sem perfume, sem rosa, sem nada.

O Tercer Mundo, fragmento de "La Prosa del Observatorio", de Cortázar, en una versión pseudo-flamenca cantada en español. En esa letra de 1972, el escritor argentino perfila al humano posmoderno y la globalización del tercer mundo; la piel humana de la Duncan y la piel mundana de Discepolín frotándose en un baile atemporal y ubicuo: Ahí, no lejos, las anguilas laten, su inmenso pulso, su planetario giro, todo espera el ingreso en una danza que ninguna Isadora danzó nunca de este lado del mundo, tercer mundo global del hombre sin orillas, chapoteador de historia, víspera de sí mismo.

Los temas más destacados de los discos, además de los dos mencionados, son Sangue Latino, O Patrão Nosso, Fala, Flores Astrais, O Doce e o Amargo y Delírio. Muchos de estos títulos ilustran los climas de la banda, como ya dijimos, que puede debatirse alternadamente entre un rock furioso y una melodía española oscura. Pero siempre está presente el éxtasis sanguíneo, la inquietud carnal, el sonido corpóreo que, a la vez, cala el hueso como un punzón frío y deja una herida como una rosa cálida.

Ney Matogrosso se desvinculó de la banda luego del segundo disco y comenzó su carrera solista a cara descubierta, pero con la misma impronta exhibicionista, despojada e impudorosa, más mojada que seca.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Exelente!!El pegajoso y hasta tribunero estribillo de Flores Astrais "... O verme passeia na lua cheia..." (la ropa que tienen en el video es mortal!!). Cazuza debe haber sido un admirador de Ney, no?

Paz Tyche dijo...

wow

Luc Pierrot dijo...

Seee, ese estribo da para cantarlo con la manito alzada y colgando de un trapo. Ney fue el productor de Cazuza en los 80 y durante la gira de O tempo nao para, temón que después hiciera cordera, que además tiene (tenía) una onda mattogrossense en su voz.

Tere dijo...

Oh Cazuza!!!! Saudades...