viernes, 6 de noviembre de 2009

A toda la cuadrilla

Pablo amaba platónicamente a Dora, quien no le daba ni la mano para saludarlo porque no le gustaba, o bien porque lo consideraba feo sin atenuantes. Una noche de carnaval drogona, máscara mediante, Pablo engatusó a Dora y la amó sádicamente. Y Dora flasheó. Es más, cuando luego se enteró que su co-cogito había sido Pablo, tuvo un click positivo en su percepción sobre él. No puntualmente por el encuentro sexual, sino por una sensación de bienestar inexplicable a su lado. Pero Pablo, esa misma noche también amó a Carlos y a Lía perlongherianamente. Y por el extático desenvolvimiento catrero de éstos, ya no volvió a pensar en Dora. Pero tampoco en Carlos ni en Lía: buscó renovar su amor carnal con otros cuerpos, olvidado de los devaneos e ilusiones de una vida eterna junto a Dora. Ella, mientras tanto, quiso volver atrás el tiempo para aprovechar el momento de rendición, esa hilacha que Pablo había mostrado sin pudor. Pero Pablo, en otro estrato, ya no disfrutaba siquiera de la ensalada corpórea: cayó en la cuenta de que ningún culo le venía bien; o bien, que quería el culo que no tenía, en una especie de torbellino de deseo ajeno eterno. Mientras tanto, Dora comenzó a idealizar con fiebre a Pablo. Qué clavito clavó Pablito.

***

Carlos amava Dora que amava Lia que amava Léa que amava Paulo
Que amava Juca que amava Dora que amava Carlos que amava Dora
Que amava Rita que amava Dito que amava Rita que amava Dito que amava Rita que amava
Carlos amava Dora que amava Pedro que amava tanto que amava
a filha que amava Carlos que amava Dora que amava toda a quadrilha


No hay comentarios: